¿ POR QUÉ NO SOMOS TODOS IGUALES ?
Yo nunca pensé que mi rutina podría ser todo un lujo para otra personas...
Cuando me levanto todos los días alargo mi brazo y ¡chas!... ¡se enciende la luz!
Abro los ojos y cuando pongo los pies en el suelo, después de dormir plácidamente y calentita sobre un colchón blandito, los meto en mis zaptillas de color y modelo que mis padres me han comprado a mi gusto.
Abro la puerta de mi armario y deslizo las perchas de un lado a otro para buscar los pantalones, la falda o el vestido que más me gusta para hoy.
Después de vestirme voy al baño y procedo asearme; abro el grifo del agua caliente que no tiene ningún misterio para mí y me lavo la cara para ir a desayunar:
Me hace este desayuno porque es lo que prefiero.
En este mismo momento, me dispongo a ir al cole y cerrar la puerta con llave. Todos en el cole llevamos libretas de muchos colores y de los dibujos que nos gustan ver en la televisión.
Cuando llegamos a casa al mediodía, mi mamá me ha preparado mi comida favorita porque tenemos tiendas donde poder comprar, vestirnos, ¡y hasta nos llevan la compra a casa!
Terminamos el curso y ya pensamos en las vacaciones y además, este año también estamos nerviosos por el viaje de estudios.
Pero... ¡no en todos los países del mundo es así! No todos tienen lo que por suerte yo tengo y muchos como yo. ¡No sabemos valorarlo! Para otras personas todo lo que hago diariamente es un lujo. Otros niños y sus padres no disponen de corriente con apretar un interruptor, agua potable caliente o fría con abrir un grifo, lucir ropa limpia y bonita todos los días, comer lo que te gusta o protestar en el caso de que no te guste
( ¡ Jooo mama, yo no quería esto hoy !), comprar comida con solo bajar a la tienda de abajo,...
En resumen: HAY MUCHA GENTE QUE VIVE EN LA POBREZA.
Siempre están tristes y lloran.
¿QUIÉN TIENE CULPA DE TODO ESTO?
¿POR QUÉ NO HACEN NADA POR ELLOS?
Menos mal que hay gente muy buena que trabaja en ONG, que les echa una mano y hacen todo lo que pueden por ellos. Que sería mucho más si todos pusiéramos nuestro granito de arena.